Llamada en sus comienzos, allá por la década de 1910, Librerías de Andrés Botas y Miguel; luego, en la década de los veinte, Editorial Andrés Botas e Hijo, y, a partir de los años treinta, Ediciones Botas, esta editorial llegó a publicar a lo largo de más de medio siglo de existencia un catálogo que consta de alrededor de tres mil títulos.
Es lógico, entonces, encontrar entre sus publicaciones tanto a escritores consagrados (Martín Luis Guzmán, Alfonso Reyes, Vasconcelos, Azuela o Federico Gamboa), como autores jóvenes, desconocidos, vanguardistas, premiados, extranjeros, talentosos y no tanto.
Pero más allá del indiscutible valor literario de muchos de los autores que acogió esta editorial, destaca la belleza de sus portadas, que supieron combinar las vanguardias europeas con el carácter nacionalista, dando como resultado el inconfundible diseño de las Ediciones Botas.
Aquí les ofrezco algunos ejemplos, para gozo de estetas y bibliófilos.
AÑOS TREINTA
Muñecos de cuerda
Mariano Silva y Aceves
Ediciones Botas, México, 1936
(Silva y Aceves (1887-1937) fue novelista, cuentista y filólogo. Ocupó el cargo de rector de la Universidad Nacional de México.)
El surco
Joel Patiño
Ediciones Botas, México, 1938
(De Joel Patiño nada he podido averiguar, y mucho agradeceré si alguien puede alumbrar mi ignorancia.)
Semáforo
Roberto Núñez y Domínguez (Roberto el Diablo)
Ediciones Botas, México, 1938
(Escritor y periodista nacido en Papantla, Veracruz, desempeñó, entre otros cargos, el de director de la Biblioteca del Congreso de la Unión.)
El espejo historial
Rafael Heliodoro Valle
Ediciones Botas, México, 1937
(Escritor hondureño afincado en México, fue embajador de Honduras en Estados Unidos.)
¡Ay Jalisco... no te rajes! O la Guerra Santa
Aurelio Robles Castillo
Ediciones Botas, México, 1938
(En este libro se basó la película homónima, protagonizada por Jorge Negrete y Gloria Marín en 1941.)
Estos libros, créalo o no, están disponibles en:
En cuanto a Joel Patiño y su obra El surco, Mauricio Magdaleno escribe un artículo llamado "El sentimiento de la tierra", en El Universal, de 10 de mayo de 1938, p. 3. En él afirma que es la primera novela del autor [¿tal vez la única?] y que el espacio literario se sitúa en la población de Zacualpan, en el Estado de México. Dice Magdaleno: "Trátese de una fugaz e emocionada visión del campo del Sur de México hilvanada sobre un tema sin complicaciones de égloga". Un saludo.
ResponderEliminarQué amable (y docto) su comentario, c. Si usted es quien pienso que es, tuve el gusto de conocerlo a propósito de la venta de un libro. Le mando un saludo grande.
ResponderEliminarHaciendo un trabajo sobre la Revista América 1940-1968) he encontrado el nombre de Joel Patiño. No encuento información sobre él. Lo único que he encontrado es que nació en 1910. En la Revista América público un cuento titulado "Un hombre pared". Está en la edición de la Revista América Núm 39, Epoca 3, mayo de 1945, pág. 26. El trabajo sobre la Revista América está próximo a concluirse y lo publicaré en la UAM-Iztapalapa. Serán los índices de la revista y la revista digitalizada. Saludos. Dr. Pérez Amador Adam (me localiza en Facebook).
ResponderEliminarVolví a revisar y encontré una pequeña entrada al respecto de Joel Patiño que dicta a la letra: "1910. De Zacualpan. Edo. de México. Escribe tanto verso como prosa. La revista "El ilustrado" en sus concursos sobre cuento, dió cabida a los de Patiño empezando a destacarse desde entonces con su prosa sencia sin el más pequeño afán de alambicamiento. Varias revistas contienen su colaboración. Sus estudios universitarios comprenden hata la Escuela Nacional Preparatoria. El tema campesino es su más pura esencia -el paisaje, las costumbres, el amor simple y franco- se desenreda en sus escritos. Bibliografía: "El surco". .....Eso es todo lo que dice. Saludos
ResponderEliminarQué tal, Alberto. Lamento mucho la tardanza de mi respuesta pero tuve abandonado el blog un tiempo y no había revisado los mensajes. Por fin lo pude retomar. Le agradezco muchísimo su comentario y por supuesto me encantaría leer su trabajo de la Revista América; ojalá tenga la oportunidad de hacerlo. Le mando un atrasado y afectuoso saludo.
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