Federico Gamboa
Ediciones Coli, México, 1947
Difícil no pensar en Santa, Chimalistac y prostitutas cuando escuchamos el nombre de Federico Gamboa. Confieso que es una novela que he leído más de una vez, y que adoro pasearme por las calles de esa hermosa colonia, dándole vuelo a la hilacha de mi nostalgia por ese México que me hubiera encantado conocer.
Pero Federico Gamboa (1864-1939) es algo más. Y no me refiero a su brillante carrera como diplomático o como presidente de la Academia Mexicana de la Lengua, ni a sus famosas tertulias literarias. Quisiera hablar hoy de sus otros libros, los desconocidos, los agotados y nunca más reimpresos: Suprema ley, Metamorfosis, Reconquista y nuestro libro del día: La llaga.
De él dice Christopher Domínguez: "Descripción pormenorizada y tremenda de las prisiones mexicanas, fue, sin quererlo, diagnóstico in situ de las condiciones materiales que transformarían los ríos de champaña de las fiestas del Centenario en los torrentes de sangre de la revolución".
¡Y pensar que puede tener este libro en sus manos, no en su primera edición pero sí en la tercera (y última), de 1947, y en perfectas condiciones como para leerlo sin que se le deshaga en las manos!
Mejor imposible. Puede encontrarlo en:
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